Las bebidas que contienen alcohol (como el vino, la cerveza, el ron, el whisky y los licores entre otros) puede beberse en pequeñas cantidades y de forma ocasional. Cuando se toma en exceso pueden aparecer algunos efectos molestos que empeoran los síntomas de la enfermedad como confusión mental, vasodilatación, disminución de la presión arterial y pérdida del equilibrio con riesgo de caídas y traumas.
El café puede aumentar la vida media de la Levodopa, prolongado su efecto. Sin embargo, puede aumentar el temblor y provocar ansiedad e insomnio.
El hábito de fumar debe ser abandonado de inmediato. Curiosamente este hábito se asocia con una disminución del riesgo de padecer enfermedad de Parkinson. Sin embargo, aumenta hasta quince veces las posibilidades de padecer cáncer de pulmón y provoca daños irreversibles en el 80% de los fumadores que han estado expuestos por largo tiempo.
Por lo tanto es un hábito que produce muchos más riesgos que el posible beneficio.
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