Esto depende del grado de afectación producido por la enfermedad, el tipo de trabajo que desempeña y lo importante que es este para el paciente. Siempre que se sienta capaz de realizar las tareas necesarias para su labor puede y debe mantenerse activo.
En algunos casos es adecuado un cambio de labor, por ejemplo, en aquellos empleos que impliquen muchas horas despierto o producen tensión psíquica deben evitarse porque pueden acelerar el curso de la enfermedad. Mantener ciclos adecuados de sueño y vigilia es necesario y sano para cualquier persona, pero para el paciente con enfermedad de Parkinson es imprescindible.
Mientras se duerme no solo ahorramos dopamina sino que también se produce y almacena. Es frecuente que los pacientes refieran que su mejor momento es en la mañana, luego de un sueño reparador.
Debe reevaluarse el manejo por el paciente de maquinaria pesada tanto por la disminución del control motor como por los episodios de sueño diurno que pueden ser inducidos por la toma de los medicamentos que estimulan receptores de dopamina.
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