Su frecuencia es variable y muy dependiente del lugar y la edad. Es rara en personas menores de 30 años y si los síntomas se presentan en sujetos jóvenes debe pensarse en una forma hereditaria o en otras causas. Su frecuencia aumenta con la edad y sobrepasa el 1% en mayores de 65 años.
Estudios de incidencia (número de nuevos casos por cada 100 000 habitantes que ocurren en un año) producen resultados muy variables en dependencia de la población estudiada y el método utilizado. Por ejemplo, en una población de Bombai, India se registró una incidencia muy alta, de 328 / 100 000. En otro estudio realizado en Tokio en sujetos con edades comprendidas entre 45 y 75 años se encontró una incidencia baja, de 2 / 100 000. Sin embargo, estudios de diferentes lugares del mundo demuestran incidencias cercanas a 10 casos / 100 000 habitantes / año.
Cálculos recientes demuestran que el grupo de la tercera edad llegará en el 2025 a un 26% de la población. De mantenerse esta tendencia el número de pacientes con enfermedad de Parkinson pudiera incrementarse hasta el doble en las próximas dos décadas.
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